domingo, 4 de septiembre de 2011

El barco Chasula protagonista de un reportaje en la revista Pescamar (septiembre 2011)

En este mes de septiembre de 2011 el barco Chasula es protagonista de un reportaje elaborado por nuestro Jefe de Prensa José Luis Lago denominado "El verano azul de la pesca" en el que se explica el momento mágico que supone para los niños la llegada de la época estival, y poder aprovechar para practicar su afición favorita: la pesca.

El Chasula es uno de los protagonistas del artículo, con motivo de un cursillo de pesca para hijos y socios del club La Venatoria de Santiago de Compostela, pero además se explican distintas situaciones e historias del resto Os mostramos un avance del reportaje, pero si lo queréis completo podéis adquirirlo en el kiosko.




Nuestros pequeños aficionados

“Verano azul” de la pesca"

En la historia de cada pescador siempre hubo un comienzo que la mayoría de los casos se remonta a su infancia. Y es más que factible que muchos de los bautismos de los más peques con la caña se produjesen en verano cuando ya no hay colegio, más tiempo libre y una agradable temperatura en la espera de ese pececito cuya captura les hace sentir como unos campeones. Os contamos diferentes historias de pequeños pescadores de mar que suspiran por la llegada del verano para pescar y también reencontrarse con otros amiguitos de su edad aficionados al sedal.

Texto: José Luis Lago García

Fotografías: Autor, José Manuel Rey (Chasula), Pepe Castro (Maregalia) Sergi Franch y Raúl Mario Pérez Luna

Para los más pequeños pescadores la llegada del verano supone un momento mágico: buen tiempo, aumento del tiempo libre, paréntesis de los estudios y en muchos casos el acercamiento hasta la costa para veranear. Muchos chavales anhelan durante varios meses la llegada del verano, semana santa o puentes para reencontrarse con su afición en el mar, y sobre todo compartir batallitas con sus compinches de aventuras de caña entre rocas y arenales.

Los peques que residen todo el año en un punto ubicado en la costa lo tienen más fácil; disponen del mar a tiro de piedra durante todos los días además que en verano siempre se pueden añadir otros turistas de otras latitudes con los que es factible compartir afición. A la postre se van germinando lazos de amistad o recuerdos para siempre en estas pescatas que a veces se pueden mezclar con un pizca de típicas travesuras infantiles.

Como ocurría en la famosa serie televisiva “Verano azul”, el periodo estival es para los niños la época donde se viven las experiencias más intensas y reencuentros con amigos de temporada.

Sin duda la pesca despierta mucha curiosidad entre muchos de nuestros pequeños. A los que aún son profanos en la materia les parece algo mágico el ser testigo entre las escolleras o arenales como con una caña, hilo y gancho se puede elevar al cielo un pescado que nada bajo la superficie del agua. Un milagro para el niño que observa como con el cebo se tiene la capacidad de apresar al mismo pez que siempre se le escapa como un misil cuando intenta cogerlo con sus manos al acercarse a él con sus gafas de bucear. Un ejemplo: nuestro colaborador Carlos Redruello, ahora gran pescador y erudito en la materia me comentó en una ocasión como cuando era niño le parecía entre alucinante y “extraterrestre” el que sus mayores pudiesen sacar peces en medio del agua. Esta técnica que entonces le sonaba a insólita, precisamente le animó a superarse y convertirse en lo que es en la actualidad: uno de los mejores pescadores del país en su especialidad de acantilados.

Muchas veces el primer contacto de los infantes con la pesca es más que casual: el reclamo de un grupo de amigos que le animan a añadirse al grupo, empezando este estreno casi como si fuese un juego o aventura.

Sin duda en gran parte de nuestros lectores ahora ya en la edad madura perdura aún el recuerdo grato de ese niño que comenzó en este mundillo acompañando a sus padres o abuelos, incluso con cañas de bambú y carretes Sagarra. En el pescador siempre quedará grabado en su memoria el eco de los sabios consejos del primer maestro, que bien pudo ser un mayor, otro compañero de la misma edad o aprendiendo entre la panda de amigos mientras se cacareaban trucos en el espigón al que se acercaban con sus bicicletas para capturar todo aquello que les fuese es posible. Como tantas cosas en la vida, siempre es imborrable de la mente el recuerdo del primer pez capturado, la adrenalina descargada con la emoción y sobre todo la gran dificultad con sus pequeños dedos de cómo sacarle el anzuelo sin pincharse o cogerlo con las manos temiendo un “gran bocado del animal” o herirse con sus aletas. Y es más que probable que en muchos grupos de pescadores infantiles haya siempre un líder, un pequeño niño que sabe más sobre pesca que el resto, bien por leer revistas como la nuestra, informarse por foros o webs, tener más práctica o recibir más consejos de primera mano de expertos.

Posiblemente, muchos los que estáis leyendo este artículo hayáis vivido también ese verano azul, pescando en pandilla, compitiendo entre todos a ver quién sacaba el pez más grande y teniendo siempre la ilusión de llevar a casa una buena pieza o un número suficiente de capturas para ser el orgullo de sus padres. Realizar una cena con los pescados capturados por el “niño” o la “niña” es sin duda una enorme satisfacción para el aprendiz, que ve recompensado su esfuerzo con los elogios de su familia.

Seguro que en este tema de los peques relacionado con la pesca habrá mil anécdotas y cientos de recuerdos, pero siempre quedará la responsabilidad de inculcar a nuestros pequeños para que sigan persistentes en la afición. Sin fomentar cantera, no habrá futuro ni relevo generacional, pues la menor afluencia de peces por culpa del despropósito humano tampoco anima ya que sin pescados se desalientan a los posibles pescadores. Es vital el defender el medio marino, esta actitud también habrá que inculcarla a los niños.

Vamos a contar varias historias de niños, pesca y época estival. Es más que probable que habrá miles distintas, con diferentes protagonistas, escenarios, anécdotas…probablemente cientos de ellas más interesantes. Éstas son únicamente una representación pero pretenden homenajear a todos nuestros pequeños que encuentran en la pesca su espacio de diversión y reto personal.


Con estas crónicas también queremos alentar a sus progenitores para que inculquen a sus pequeños esta afición y los animen a lanzar la caña durante sus vacaciones en la costa. Sin duda la pesca supone un modo gratificante para que los niños pasen el rato disfrutando de la naturaleza del mar, recuperar una tradición atávica del ser humano, y que bien enfocada proporcionará a los niños valores como amistad, compañerismo y sanos desafíos. Es indudable que siempre la pesca y el medio natural que les rodea es una mejor alternativa para nuestros descendientes que estar todo el día delante de una pantalla de PC, videojuego o televisión, sobre todo en verano que el ecosistema invita a disfrutar de él.

SIGUE EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA REVISTA



LOS PROTAGONISTAS DE ESTE ARTÍCULO (Información completa en la revista de cada uno de ellos)



Pedro Martínez Castañeda (10 años). Granada. El niño que quiere ser Raúl Mario


AÑADIMOS UN VÍDEO DEL ENCUENTRO ENTRE AMBOS




Sergi Franch (10 años). Tarragona El niño fenómeno del delta

Cursillos de pesca a bordo. Galicia. Primer día con la caña

Gemma Pujol Navarro (8 años). Tarragona.Todo un verano entre pescadores

Torneos de pesca veraniegos. Divirtiéndose con la competición


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